POR LA UNIDAD.

Queridos hermanos y amigos lectores del blog: Vuelvo, de nuevo, a ponerme en contacto con vosotros, a través de este medio, con el fin de haceros pública la decisión que acabo de tomar.

Quizá, algunos, se sorprendan; pero de lo que no me cabe la menor duda es de que, muchos más, verán con muy buenos ojos la determinación a la que me refiero.

Antes de mi reciente viaje a Tierra Santa, desde el que me he comunicado con vosotros, en un par de ocasiones, mantuve una reunión con el también candidato Joaquín García-Tapial Arregui, en la que tratamos sobre las coincidencias de nuestros futuros proyectos para regir los destinos de nuestra querida Hermandad, durante el próximo cuatrienio, poniendo de relieve la conveniencia de unir nuestras fuerzas, en bien de la misma.

Dado que ambos proyectos coinciden en lo verdaderamente importante, y teniendo en cuenta nuestro común deseo de UNIDAD, que no de división, hemos llegado al acuerdo de que yo me incorpore a su equipo de gobierno, como Teniente de Hermano Mayor, pensando, por encima de todo, en nuestros Sagrados Titulares, en el bien de la Hermandad, y en la necesaria y reiterada UNIDAD de todos en pos de un gran proyecto en común.

Como os prometí, en mi comunicación anterior, no quiero dejar de expresaros cual es mi concepto de Hermandad y Cofradía.

Su principal objetivo es una veneración sentida y auténtica de los misterios de la pasión, muerte y resurrección de Nuestro Señor, de la Santísima Eucaristía y de la Virgen, Nuestra Madre.

El segundo punto a tener en cuenta es que resplandezca la caridad y el amor fraterno. Tradicionalmente, nuestras instituciones centenarias se han distinguido por el culto, la beneficencia y la penitencia.

Además de lo anterior, las hermandades existen para evangelizar. Al igual que la Iglesia, en general, ésta es nuestra misión en nuestra parcela eclesiástica.

También, para dar un inequívoco testimonio cristiano, pues, aunque sean muchas las facetas y actividades que realicemos, debe quedar bien claro a los ojos de los que nos contemplen, que somos una auténtica comunidad cristiana de fe y testimonio.

Tenemos la obligación de hacer de nuestras hermandades verdaderos centros de animación apostólica, litúrgica, catequética, y de acción caritativa y social.

Tenemos la obligación de integrarnos en la vida parroquial.

Y finalmente, realizar un serio trabajo de discernimiento y purificación de todo aquello que sea impropio de una verdadera comunidad cristiana.

Amén de velar por nuestro patrimonio cultural, histórico, artístico y devocional.

Éste es mi concepto de lo que debe ser una Hermandad y Cofradía, en la Sevilla de hoy.

Por ello, y porque creo que sumando mis esfuerzos con los de los candidatos que conforman el equipo de nuestro querido hermano Joaquín García-Tapial, decido, hoy, integrarme en su candidatura, y participar de las élecciones del próximo día 13, junto a todos ellos.

Desde aquí, os solicito vuestro voto, en conciencia, para que apoyéis a aquéllos hermanos candidatos, que estiméis que son los más aptos e idóneos para regir el futuro de nuestra corporación, durante los próximos cuatro años.

Sigo manteniendo, por el momento, el blog, para que podáis continuar emitiéndome vuestros comentarios, que contestaré, de forma inmediata.

Recibid un fuerte abrazo, y gracias por mostrarme vuestro apoyo, durante los pasados días.